GATTI O DE GEA : JUGAR O ATAJAR
Cuando aún jugaba, un periodista le mostró a Hugo Gatti un video con una extraordinaria atajada de Fillol. Un rival le había cabeceado muy cerca y Fillol había sacado esa pelota imposible demostrando una agilidad y unos reflejos impresionantes.
-¿Vos hubieras atajado esa pelota?- le preguntó el periodista a Gatti.
-No. Yo no- respondió Hugo - pero a mi no me cabecea.
La anécdota es oportuna porque tiene relación con la impecable parada de De Gea a un cabezazo de Muriel en el reciente partido entre el Sevilla y el Manchester United.
La acción de De Gea, indudablemente, salvó el empate al Manchester que, de acuerdo con el temeroso planteamiento de Mourinho, era lo que buscaba.
De Gea fue elogiado unánimemente por toda la prensa. Y realmente lo merecía. Fue una atajada decisiva.
Sin embargo, tiene otra lectura. De Gea tuvo que apelar a sus asombrosos reflejos porque permitió que Muriel le cabeceara prácticamente en su cara. Es decir, por no adelantarse dos metros y recoger el centro que posibilitó el remate. Por no anticiparse a la jugada. Y por ese motivo corrió un riesgo innecesario, ya que pudo detener el cabezazo porque Muriel no lo hizo bien. Remató casi al cuerpo de De Gea, que solo tuvo que estirar un brazo para desviar la pelota. Sin en esa jugada hubiera estado Ramos, por ejemplo, yo creo que la suerte de De Gea hubiera sido otra.
De Gea, que es uno de los mejores atajadores del fútbol actual, juega casi pegado a la raya del arco y por eso casi nunca se anticipa a la jugada y sale poco o nada en los centros por alto.
Hugo Gatti era todo lo contrario. Jugaba lejos de la portería y vivía enganchado al juego para poder anticiparse a las intenciones de los atacantes. Solucionaba el problema antes de que se produjera. Mas o menos en la línea de Ter Stegen. Para hacer una analogía, Gatti era como la buena medicina que previene antes que curar.
Además permitía, mejor dicho obligaba, a sus defensores a achicar hacia adelante. Si los rivales metían una pelota en profundidad, ya estaba él para solucionar la situación. Molina, del Atlético de Madrid tenía el mismo estilo.
Una vez contra el Madrid en el Bernabeu, Seedorf le hizo un gol desde muy lejos, porque Molina esperaba la lógica, esperaba un centro. El holandés sacó un zapatazo tremendo e inesperado y fue un golazo. Yo felicité a Molina después del partido, porque hizo lo que tenía que hacer. Todo el mérito había sido de Seedorf que contradijo la lógica.
A Gatti también le hicieron algunos goles que vistos sin análisis parecían tontos, cuando en realidad estaban fuera de la lógica. Lo que no se tiene en cuenta son las situaciones que los arqueros de este estilo desbaratan antes de que sucedan.
Con De Gea los defensores no pueden irse muy lejos de su portería, porque él no los respalda. Y tienen que rechazar todos los centros porque saben que De Gea se quedará debajo del travesaño.
No estoy cuestionando la eficacia de De Gea, ya que finalmente el arquero está para evitar los goles y él evita muchos. Solo pretendo mostrar las diferencias de estilos y sus consecuencias.
Ter Stegan como Gatti en su momento, evitan casi siempre que la situación de peligro se concrete. De Gea, como todos los de su estilo, resuelven el peligro -no siempre por supuesto- una vez consumado.
El periodismo y gran parte del público ve más lo que más se ve, que son las notables atajadas que evitan los goles cuando parecía imposible.
Lo otro, lo de impedir que esas mismas jugadas sean peligrosas, generalmente pasan desapercibidas.
Por eso decimos que los arqueros como Gatti, como Ter Stegen mas que atajar, juegan. Son jugadores que pueden tocar la pelota con la mano dentro del área, como dijo el Flaco Menotti.
Suponiendo que ambos estilos garanticen la misma eficacia, yo elijo siempre a los que juegan. Como entrenador me dejaban mas tranquilo y como espectador me gustan más.
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