MACRI EN LA MISMA SENDA QUE LA DICTADURA Y EL MENEMISMO
Con la satisfacción sumisa de haber cumplido las órdenes recibidas, como un niño bueno que estudió la lección e hizo los deberes, se presentó Macri en Davos ante sus patrones, que son los amos del mundo.
Qué equivocado que estaba papá cuando me llamó "pelotudo", habrá pensado mientras exponía sin brillantez, aunque con la acostumbrada mediocridad de quien repite de memoria lo que hay que decir a los jefes, que de vez en cuando le dan esos gustos a sus mas fieles lugartenientes.
Pero que acertado estaba "papá" cuando también le dijo que si quería mandar realmente, tenía que ser empresario y no político..
De todos modos lo más importante para ellos, para los que mandan realmente, es que en Argentina se aplican a rajatabla las leyes neoliberales que siempre imponen en estos casos. Para no abundar en detalles, se trata de transferir con contundencia y con la mayor rapidez posible los bienes de la mayoría a los siempre insatisfechos bolsillos de la minoría de empresarios y millonarios extranjeros y autóctonos.
Nada nuevo, por supuesto. Son las mismas recetas que utilizaron los economistas de Milton Friedman cuando pusieron a Pinochet en Chile y a los militares en Argentina y otros países del continente. Y que se repitió en el menemismo con Alsogaray a la cabeza y las consecuencias trágicas para el pueblo argentino y muy felices para la oligarquía agradecida.
Hablando de agradecimientos, Macri y su equipo de empresarios que gobiernan habrán recordado que, de todos modos, esas medidas económicas que se identifican con los militares genocidas, fueron las que permitieron a muchos de ellos acceder al mundo de los exclusivos. Sin ir mas lejos, la familia Macri de tener 7 empresas pasó a manejar 47 mientras las torturas y los asesinatos de los militares le despejaban el horizonte.
Y tal vez por eso mismo, estos paladines del autoritarismo de algún modo le rinden un silencioso pero efectivo homenaje a aquellos militares. Cómo, si no, debe asimilarse que el gobierno argentino además de intentar recuperar la teoría de los dos demonios y de menoscabar a los 30 mil desaparecidos poniendo en duda su número, haya dejado en libertad domiciliaria a algunos de los mas despreciables terroristas de Estado que estaban en prisión.
Al mismo tiempo que el macrismo ejecutaba el saqueo a los jubilados, imponía el tarifazo y despedía a miles de trabajadores, disponía una quita importante de impuestos a los grandes agricultores y la minería. Y por si fuera poco y a modo ya de lisa y llana provocación, reducía considerablemente el impuesto a los automóviles de lujo.
Tal cual Martínez de Hoz y Cavallo le quitaban a los pobres para darle a los ricos, Macri y sus muchachos repiten la historia y hasta con la misma violencia.
Hay que retroceder hasta aquella época del terror de Estado para comparar la represión macrista, que por ahora, suma dos muertos: Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Ambos por apoyar manifestaciones mapuches que defendían sus tierras del despojo legalizado.
También los opositores visitan las cárceles, como Milagro Sala y otros manifestantes (algunos ni eso, apresados al voleo cuando pasaban por ahí) y militantes políticos de izquierda.
A los amos de Davos poco les importa que todos, o casi todos los índices económicos sean un desastre en Argentina, mientras sus generosos beneficios estén garantizados y sus actividades, que violan sin miramientos las leyes de protección ambiental, no encuentren obstáculos legales.
Lo que no logra Macri a pesar de su pinta de hombre pulcro, europeizado y obediente, es que los inversores depositen su confianza en el país. Él pensó que pauperizando a los trabajadores, quitándole derechos y haberes a los jubilados y los mas necesitados, es decir dejándolo todo al servicio de los señores, inclusive reprimiendo violentamente a los disconformes, iba a caer en Argentina "una lluvia de inversiones" como lo pronosticó con su sonrisa fingida de hombre moderno golpeando la puerta del primer mundo. No sabe que el primer mundo no atiende a sus sirvientes así porque sí, a pesar de su fidelidad a los dictados del FMI.
Por eso volvió de Davos con algunas fotos cholulas con los líderes mas poderosos del mundo, pero con las manos vacías y la decepción a cuestas. Hasta Bill Gates le dio la espalda.
Tampoco esperaba, seguramente, que el pueblo argentino como ya lo hizo muchas veces en su historia, resista en las fábricas, las escuelas, en la calle y donde sea, para no verse otra vez despojado, traicionado y sometido. Sucede que cada vez está mejor organizado y tiene mayor experiencia.
Al macrismo solo le queda la represión y los medios de la derecha cavernícola (también en Europa y particularmente en España) para difundir sus engaños y ocultar las consecuencias de su autoritarismo y su incapacidad.
Con la satisfacción sumisa de haber cumplido las órdenes recibidas, como un niño bueno que estudió la lección e hizo los deberes, se presentó Macri en Davos ante sus patrones, que son los amos del mundo.
Qué equivocado que estaba papá cuando me llamó "pelotudo", habrá pensado mientras exponía sin brillantez, aunque con la acostumbrada mediocridad de quien repite de memoria lo que hay que decir a los jefes, que de vez en cuando le dan esos gustos a sus mas fieles lugartenientes.
Pero que acertado estaba "papá" cuando también le dijo que si quería mandar realmente, tenía que ser empresario y no político..
De todos modos lo más importante para ellos, para los que mandan realmente, es que en Argentina se aplican a rajatabla las leyes neoliberales que siempre imponen en estos casos. Para no abundar en detalles, se trata de transferir con contundencia y con la mayor rapidez posible los bienes de la mayoría a los siempre insatisfechos bolsillos de la minoría de empresarios y millonarios extranjeros y autóctonos.
Nada nuevo, por supuesto. Son las mismas recetas que utilizaron los economistas de Milton Friedman cuando pusieron a Pinochet en Chile y a los militares en Argentina y otros países del continente. Y que se repitió en el menemismo con Alsogaray a la cabeza y las consecuencias trágicas para el pueblo argentino y muy felices para la oligarquía agradecida.
Hablando de agradecimientos, Macri y su equipo de empresarios que gobiernan habrán recordado que, de todos modos, esas medidas económicas que se identifican con los militares genocidas, fueron las que permitieron a muchos de ellos acceder al mundo de los exclusivos. Sin ir mas lejos, la familia Macri de tener 7 empresas pasó a manejar 47 mientras las torturas y los asesinatos de los militares le despejaban el horizonte.
Y tal vez por eso mismo, estos paladines del autoritarismo de algún modo le rinden un silencioso pero efectivo homenaje a aquellos militares. Cómo, si no, debe asimilarse que el gobierno argentino además de intentar recuperar la teoría de los dos demonios y de menoscabar a los 30 mil desaparecidos poniendo en duda su número, haya dejado en libertad domiciliaria a algunos de los mas despreciables terroristas de Estado que estaban en prisión.
Al mismo tiempo que el macrismo ejecutaba el saqueo a los jubilados, imponía el tarifazo y despedía a miles de trabajadores, disponía una quita importante de impuestos a los grandes agricultores y la minería. Y por si fuera poco y a modo ya de lisa y llana provocación, reducía considerablemente el impuesto a los automóviles de lujo.
Tal cual Martínez de Hoz y Cavallo le quitaban a los pobres para darle a los ricos, Macri y sus muchachos repiten la historia y hasta con la misma violencia.
Hay que retroceder hasta aquella época del terror de Estado para comparar la represión macrista, que por ahora, suma dos muertos: Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Ambos por apoyar manifestaciones mapuches que defendían sus tierras del despojo legalizado.
También los opositores visitan las cárceles, como Milagro Sala y otros manifestantes (algunos ni eso, apresados al voleo cuando pasaban por ahí) y militantes políticos de izquierda.
A los amos de Davos poco les importa que todos, o casi todos los índices económicos sean un desastre en Argentina, mientras sus generosos beneficios estén garantizados y sus actividades, que violan sin miramientos las leyes de protección ambiental, no encuentren obstáculos legales.
Lo que no logra Macri a pesar de su pinta de hombre pulcro, europeizado y obediente, es que los inversores depositen su confianza en el país. Él pensó que pauperizando a los trabajadores, quitándole derechos y haberes a los jubilados y los mas necesitados, es decir dejándolo todo al servicio de los señores, inclusive reprimiendo violentamente a los disconformes, iba a caer en Argentina "una lluvia de inversiones" como lo pronosticó con su sonrisa fingida de hombre moderno golpeando la puerta del primer mundo. No sabe que el primer mundo no atiende a sus sirvientes así porque sí, a pesar de su fidelidad a los dictados del FMI.
Por eso volvió de Davos con algunas fotos cholulas con los líderes mas poderosos del mundo, pero con las manos vacías y la decepción a cuestas. Hasta Bill Gates le dio la espalda.
Tampoco esperaba, seguramente, que el pueblo argentino como ya lo hizo muchas veces en su historia, resista en las fábricas, las escuelas, en la calle y donde sea, para no verse otra vez despojado, traicionado y sometido. Sucede que cada vez está mejor organizado y tiene mayor experiencia.
Al macrismo solo le queda la represión y los medios de la derecha cavernícola (también en Europa y particularmente en España) para difundir sus engaños y ocultar las consecuencias de su autoritarismo y su incapacidad.
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